Son muchas las razones que te han llevado de corazón a sembrar un árbol, aquí citamos algunas:
• Son productores de oxígeno y generan sombra.
• Controlan la erosión y contribuyen a la estabilización de taludes.
• Protegen las cuencas hidrográficas y los cuerpos de agua.
• Implican valores simbólicos, recreacionales y pedagógicos.
• Contribuyen a la restauración ecológica y formación de bosques nativos
• Actúan como reguladores climáticos.
• Producen alimentos para el ecosistema.
• Mitigan la contaminación.
• Atenúan la acción del viento.
• Amortiguan el ruido o sonidos molestos.